sábado, 10 de agosto de 2013

El roble y el viento

Había un roble No muy alto Pero amable Que una vez conoció al viento. El viento sopló Y el roble disfrutó. Y así se hicieron amigos. Con el tiempo el roble se dejó llevar Y el viento sabía Que no podía dañar al roble Por mucho que soplara. Había un roble medianamente alto Y diferente a los demás Que se enamoró del viento. El viento le enseñó al roble A ver el mundo con otros ojos Y se hicieron pareja. Con el tiempo el viento se dejó llevar. Y el roble sabía que no podría dañar al viento Por fuerte que se mostrara. Había un roble Casi alto Y un poco loco Que cambió con el tiempo. El viento no soplaba igual Y el roble no era el mismo. El viento quiso continuar Pero el roble no podía caminar. El viento dijo regresar Y el roble estuvo dispuesto a esperar. Había un roble Muy alto y viejo Que era sabio y fuerte Y una vez conoció al viento. El viento sopló Y el roble sonrió Dándole la bienvenida A su viejo amigo. Ambos hablaron De los años y del mundo. Y encontraron, aunque cambiados, Al mismo amigo de antes. Había un roble Que amaba al viento. Su amor era puro y paciente Y el viento le correspondía. *Si le faltan versos O si el poema parece inconcluso Es porque así es la historia: Sin final iluso*